Cómo funciona una cooperativa de viviendas
El principio fundamental que rige una sociedad cooperativa es el de una persona socia, un voto. De este modo, todo cooperativista tiene el mismo poder de participar en las decisiones que se adoptan en su sociedad, que lógicamente afectarán al acceso a su vivienda.
La responsabilidad por las deudas de la cooperativa llega hasta el propio patrimonio de la misma, sin afectar al personal de cada una de las personas socias, salvo en aquellos casos que éstas avalen expresamente.
Así mismo, cada cooperativista, con base en el principio de puertas abiertas, puede darse de alta y de baja, de la propia cooperativa, no pudiendo ser penalizado si la baja es por justa causa.
Cómo funciona una cooperativa de viviendas y la legislación aplicable, como no puede ser de otro modo, otorga a la
cooperativa y a su masa social el poder de decidir sobre su actividad y objeto social. Por tanto, este tipo de sociedades constan fundamentalmente de dos órganos:
Asamblea General: Es la reunión de todos los socios y en donde ejercen su derecho a voz y a voto.
En la Asamblea se adoptan todas las decisiones importantes, para el buen funcionamiento de una cooperativa de viviendas y tiene las competencias que en exclusiva le otorga la ley y sus propios estatutos sociales: acuerdos que afecten al patrimonio cooperativo, elección de su gobierno, sobre los citados estatutos…
Cómo funciona en la cooperativa de viviendas el "Consejo Rector":
Es el órgano de gobierno y donde reside el control del objeto social y actividad cooperativa. Desde donde generalmente se faculta al Presidente para ejercer la representación de la sociedad. Generalmente, consta de Presidente/a, Vicepresidente/a, Secretario/a, Tesorero/a y vocal/es. Sus miembros son elegidos por un tiempo determinado y la mayoría de las leyes autonómicas establecen que son cargos no remunerados.
Además, la Cooperativa tiene otro órgano social de intervención de cuentas que compuesto por uno o más miembros elegidos por la asamblea, su principal competencia es la de censurar las cuentas de la sociedad.
Tal competencia, en las cooperativas de viviendas, queda vacía de contenido con la obligación de contratar una empresa externa homologada para auditar las cuentas anuales de la sociedad, una vez la actividad de ésta pasa de un volumen de negocio determinado respecto a su capital social. Generalmente, al empezar la construcción de las viviendas hasta su entrega.
Al afrontar el complejo proceso de una promoción, si fuese el caso generalizado, es esencial, pues así lo exigirá la eventual entidad financiera, que la cooperativa tenga contratado el asesoramiento y gestión de su actividad a cargo de una entidad gestora.
Tal empresa estará encargada del trabajo técnico y burocrático que por conocimientos e imposibilidad de tiempo a las personas socias les es imposible afrontar.
Se han de coordinar y contratar a los agentes intervinientes y propios de un proceso promotor: Redactores del proyecto, directores de obra, de ejecución de obra, ingeniería, empresa constructora, entidad financiera, aseguradora, organismos de control… además de las relaciones y tramitaciones obligadas con la Administración Pública.
Cómo funciona una cooperativa de viviendas con el control económico
Hay que destacar el control sobre los fondos económicos que la cooperativa maneja, pues una parte proviene de los propios ahorros de cada una de las personas socias.
De ahí, que se obligue a la contratación de un seguro de caución que cubre eventos que puedan dar al traste con el proyecto constructivo, implicando que los cooperativistas puedan recuperar el dinero aportado.
Destacable también es, el control que la entidad financiera y la propia aseguradora ejercen sobre toda salida de dinero hacia terceros vigilando y autorizando que los pagos se producen contra factura y referidos a la promoción, cumpliéndose el estudio de viabilidad económica previamente diseñado y aprobado por las personas socias.
De este modo, la disposición de la financiación tiene lugar sobre la base de los diferentes gastos que se vayan produciendo.
En definitiva, la cooperativa es una de las fórmulas más seguras para promover y con los obligados resortes de control, su mayor garantía es iniciar la promoción con prácticamente todas las
viviendas cubiertas, dado que las personas socias son las que van a viabilizar la financiación a la promoción a través de su solvencia y las que dotarán también a la cooperativa del resto de fondos económicos necesarios.
Una promoción de
viviendas bajo este tipo de sociedad, con su masa social detrás, tardará más o menos en llevar a cabo su proyecto, pero es seguro que en todo caso lo realizará.
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